Fundación por la Ley y el Orden

La Vida de un XXXXX

Tomé consciencia de mi propia existencia, cuando ya era demasiado tarde: Estaba rodeado de otros como yo, con la misma cara de confusion. Todos éramos distintos en el aspecto externo, al igual que notábamos que por dentro también había diferencias, pero estábamos encerrados en el mismo sitio. Oscuro. Completamente impedidos. Yo, personalmente, me dediqué a la introspección. Conseguí, no sé en cuánto tiempo, pero desde luego antes de mi muerte, hacerme una ide bastante aproximada de cómo era yo, interna y externamente. Creo que mis compañeros de "viaje" también se preguntaban cosas, pero no podíamos comunicarnos. Sólo nos veíamos los unos a los otros. A pesar de este impedimento, surgió como una conciencia colectiva, anque repito éramos todos distintos. La conciencia colectiva, estaba presente, y la notábamos. Si alguna zona del lugar dónde nos encontrábamos encerrados se resentía, o sufría algun tipo de daño o reacción externa que nos diera alguna prueba de dónde nos encontrábamos o, quizás mas importante, de qué sería de nosotros, todos lo notábamos. Todos sufríamos, todos reíamos. Sabíamos que nos esperaba el mismo fin, y que muy posiblemente habíamos llegado hasta allí de una manera muy parecida, si no la misma.
No teníamos agua. Ni veíamos la luz del sol. En ese momento lo que más quería era poder ver la luz del sol, ahora creo que tuve un cierto pasado "silvestre", donde el sol es tan importante. No sabía tampoco, que verla iba a significar mi muerte y la de todos los que éstabamos alli, y por tanto de la nuestra recién creada conciencia social. El único elemento dentro de nuestra oscura cárcel del exterior o que no fuéramos nosotros, era la sal. Mi piel estaba recubierta de sal, completamente seca y cuarteda por ella, como la de mis compañeros. Este hecho, aunque no mortal, desde luego nos mermaba físicamente, no había que comer, sólo una sal que lentamente te secaba mas y mas y mas...
Un día me desperté con un ajetreo, parecía que nuestro oscuro encierro se movía. Fueron una serie de desplazamientos bruscos, con la consiguiente confusión creada, algo estaba cambiando fuera. Todos estábamos nerviosos, yo confieso que creía inocentemente que nos íbamos a salvar de un momento a otro. Pensaba en agua, en sol, comida, libertad.... Con un tremendo golpe, que nos llevó a todos al suelo, o a la parte baja de la "habitación", para entonces, éstabamos unos encima de otros, pues no cabíamos bien, se empezó a retorcer el techo... Se estaba rompiendo... Fue el principio de nuestro fin.
Lo que ocurrió a continuación fue demasiado espantoso para recordarlo. Demasiado patético. Demasiado terrible. Vi mi muerte y la muerte de mis compañeros, y las cara de los que iban a correr mi misma suerte, mientras notaba mi piel romperse al morir.... Y vi nuestra prisión, y con ella mi miserable existencia....

Aquí una imagen de mi prisión.

Prisión